miércoles, 12 de enero de 2011

Dos velas para el diablo (Laura Gallego)


"Dos velas para el diablo" es una novela de la escritora española Laura Gallego García, a la que admiro, porque me ha atrapado con todos los libros que he leído de ella, ya que en cada uno de ellos crea todo un mundo, sorprendente y lleno de su propia magia. Pero Laura se merece una entrada a parte.
Esta historia fue una de las que más me gustó, porque rompe esquemas completamente. Está escrita en presente y primera persona practicamente todo el tiempo.
Trata sobre una joven llamada Cat, que vive viajando constantemente por el mundo con la única compañía de su padre; un angel menor. Los ángeles y los demonios llevan en guerra desde antes de lo que ellos mismos recuerdan, y un día, el padre de Cat muere asesinado por unos demonios. La chica, en un arrebato de rabia, jura que no descansará hasta vengar a su padre, ignorando, que al hacer este juramento, van a empezar realmente sus problemas.

En sus primeras indagaciones, conoce a Angelo, un demonio menor que la ayudará en su búsqueda, y juntos se sumergen en un mundo mucho más complejo de lo que podían imaginar, conociendo a seres poderosos y antiguos, que mantienen una lucha que no tiene mucho que ver con la eterna guerra entre demonios y ángeles. Descubren que hay algo más en juego que sus propios problemas, y escarbando en las raíces de la increíble historia sucecida desde el principio de los tiempos, y destapando cosas que casi nadie recordaba, llegan hasta el centro mismo de la cuestión.

En este libro Laura le da una fuerte personalidad a Cat, y hace que cualquiera pueda llegar a meterse en su piel. Al estar escrita en primera persona, el lector está en contacto directo con los miedos, ilusiones, y demás sentimientos de la chica. Parece que realmente es ella la que te está hablando, y eso es muy importante.

Os lo recomiendo, ya que no es sólo una historia de fantasía. En este libro se expresan cuestiones en las que no reparamos y que hemos de tener en cuenta. Se revela lo que realmente somos, que cada uno tiene luz y oscuridad dentro de él, y que debemos ser nosotros los que decidamos qué parte domina. También se resalta nuestro deber de cuidar del mundo, para compensar los destrozos que causamos.

En esta metáfora divertida y mágica, se encuentra esa magia, que hace que un libro cobre vida, y te llene por dentro.

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